top of page
Foto del escritorComunicación para el bienestar

YOUTUBE: ENTRE LO ALTERNATIVO Y EL MODELO DE NEGOCIOS

Somos un centro de investigación y análisis de comunicación para la reflexión, discusión y generación de propuestas para el bienestar mediante la creación de conocimiento práctico que abone al diseño de mejores políticas públicas.


Por José Luis Flores Torres


El video es imagen que no va sola, es sistema de signos que se estructuran y se complementan casi siempre. Estructura compleja en donde lo visual predomina, pero compite con lo escrito, lo oral y lo auditivo. Presencia audiovisual, potenciada por los recursos de la red, el video en YouTube es reflejo de algo, que ya no es, pero que aparece vívidamente representado en el contexto de una era plena de pantallas.


La historia de YouTube, explican Pisani y Piotet, al igual que muchas empresas de éxito de Silicon Valley, nació de una necesidad sencilla de sus fundadores; las ganas de intercambiar con facilidad, entre amigos, un video grabado de un cumpleaños y compartirlo entre la mayor cantidad de personas posibles.


Así lo que en un inicio fue el sencillo deseo de compartir e intercambiar videos, hoy en día es un fenómeno que ha devenido en un modelo de negocios que ha trastocado la cultura visual de quienes consumen su contenido. Y es que los datos referidos al consumo de YouTube son impresionantes si consideramos que, de acuerdo al blog especializado en Internet Hootsuite, en el 2021 un promedio de 1,900 millones de usuarios en el mundo inicia sesión de YouTube cada mes, lo cual la convierte en la red social más usada en la mayoría de los países de habla hispana.


En tal escenario, para entender mejor lo que representa YouTube, podemos señalar que, desde la perspectiva de la mediología, Regis Debray, establece que comunicar y transmitir no son la misma cosa; esto es; comunicar consiste en transportar una información dentro del espacio, en cambio transmitir, consiste en transportar una información en el tiempo, haciéndola trascender su época. Desde tal perspectiva, el video en YouTube, representa bien a su tiempo, ya que los humanos, agrega Debray, en la actualidad, sabemos, sobre todo, estar al mismo tiempo aquí y en otra parte.


Concepto del tiempo y del espacio trastocado por las posibilidades que brindan las tecnologías digitales, a lo cual habría que agregar la amplia capacidad que poseen para distribuir contenidos audiovisuales, la mayoría de los cuales habrán de ser efímeras miradas que estarán en condiciones de ser ampliamente difundidas (comunicadas), pero pocas de ellas llegarán a ser transmitidas (trascendiendo en el tiempo), pues su contenido habrá de perderse en un gigantesco menú de videos publicados.


Y es que, el encanto de YouTube, reside más en lo que representa, que en lo que es, ya que de acuerdo con José Van Dijk, desde su creación YouTube, fue concebida, como una plataforma para compartir videos amateurs alternativa a la televisión. De tal suerte, desde un inicio, esta plataforma representó la posibilidad de convertirse en un medio distinto a como se percibía a los medios tradicionales (y sobre todo a la televisión). Crear contenidos al margen de los grandes sistemas informativos, sin un productor formal, a partir de una tecnología tan simple como un teléfono inteligente fue dotando al video de YouTube de un aura de independencia.


No obstante, de acuerdo a Van Dijk, el espíritu adolescente de YouTube, muy pronto pareció dar paso a un temperamento adulto, complaciente y racional cuando fue absorbido por Google, en donde empezó a marginar la creatividad, a favor del deseo de desarrollar poco a poco estrategias de monetización, como maximizar la capacidad de distribuir mensajes comerciales personalizados a un público masivo.


Fiel representante de su tiempo, desde la perspectiva de Debaray, la plataforma de videos YouTube transita en una videosfera en la que se comunica mucho, pero se transmite poco, en donde los medios de comunicación suelen tomar el papel que algún día jugaron la religión y el gobierno y en donde las deidades, los santos y los héroes cívicos, son sustituidos por estrellas, celebridades, encarnados ahora en la figura del influencer.


En tal contexto, describe Debray, se consolida una era en la que la proliferación de las pantallas, se convierte en símbolo identitario de nuestros tiempos. Pantallización de la cultura o el momento en el que la videosfera opera en conjunto con la blogosfera, en la que los creadores de contenido en YouTube, son en realidad vlogeros (o video bloggers) que se asumen como gamers, críticos de cine, expertos en deportes, cocina, viajes y demás temáticas contemporáneas.


Así, YouTube, se convirtió poco a poco en espacio hibrido, transversal, que deviene en plataforma musical, radiofónica, periodística y cada vez más televisiva. Y es que, como se señalaba con antelación el espíritu alternativo que tuvo en un inicio YouTube quedó marginado cuando decidió que debía darse prioridad a lo que representaba en su valor comercial dejando de lado la idea de potencializar sus capacidades como comunidad de intercambio de material audiovisual.


Hoy, a pesar de todo, los creadores de contenido, deben entender, que al margen de lo que ahora signifique la plataforma digital, es momento de ser creativos y generar narrativas que apunten a observar el mundo de manera diferente a como lo hacen los medios tradicionales. Hacer un video para YouTube, no es hacer televisión. Y es que distribuir contenidos audiovisuales en dicha plataforma, debe hacerse, buscando la manera de forjar comunidad, intercambiando comentarios, ideas, propuestas.


Desmarcarse del relato televisivo, entonces, significa para los youtuberos, apelar a la creatividad, a la búsqueda de referentes narrativos propios, aportando argumentos, estética, que pasen del chiste fácil y la adjetivación simple y vulgar. Esto es, aun cuando YouTube, es una empresa que da prioridad a intereses comerciales, es viable usar los recursos que brinda, para generar narrativas alternativas, criticas y propositivas.


Esto implica que los YouTubers, se asuman como webactores, capaces de aportarle valor al contenido que generan. Valor que se mida más allá de lo meramente material y que se pueda medir en relación al capital social que estarían generando y en torno a las relaciones significativas que construyen. Webactores, dueños de su espacio, como lo señalan Pisani y Piotet, para recibir y crear, para acceder a la información y compartirla para hacerla circular. Tal vez en el fondo, el principal aporte que habrá de trascender en YouTube, sea la posibilidad de ser al mismo tiempo modelo de negocios y oportunidad para dar cabida a modelos alternativos de comunicación, creativos y participativos.

 

José Luis Flores publica todos los martes en este medio.


Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, Maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y Doctorante en Investigación de la Comunicación por la Universidad Anáhuac México. Académico en la Facultad de Comunicación en la Universidad Anáhuac México.


31 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Kommentarer


bottom of page