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Foto del escritorComunicación para el bienestar

VACUNA(C)CIÓN Y COMUNICACIÓN HUMANA

Somos un centro de investigación y análisis de comunicación para la reflexión, discusión y generación de propuestas para el bienestar mediante la creación de conocimiento práctico que abone al diseño de mejores políticas públicas.


Se observa que los vecindarios tienden a obtener información principalmente de fuentes interpersonales y sólo en forma secundaria de los medios de masas, mientras que los caseríos dispersos se basan principalmente en los medios.

Elihu Katz


Por Eduardo Carrasco


Además de los retos mundiales que implicó en su momento la investigación en todas sus etapas, y ahora la producción, la distribución, la aceptación y la aplicación de las vacunas aprobadas por diferentes organizaciones calificadas para certificar su calidad, el último eslabón del complejísimo proceso es que la población acepte ser vacunada.


En respuesta a la negativa de sus colaboradores, algunas empresas norteamericanas, en donde el acceso a la vacunación es mucho más fácil que en el resto del mundo, ofrecen hasta cien dólares para que su plantilla acepte la vacunación; seguramente en el cálculo de costo beneficio hay una renta que vale la inversión, mientras tanto, hay analistas que estiman que en la región más pobre del planeta la vacunación podría iniciar hasta principios de 2023.


En este contexto han surgido múltiples voces que sin tener las credenciales especializadas necesarias para calificar la calidad de la estrategia y de los fármacos disponibles, vierten sus opiniones en el altavoz de las redes con criterios simplones, como aquél que dijo que la vacuna Rusa necesita pruebas en diferentes tipos raciales, evidenciando su racismo y su ignorancia médica.


Acaso el ejemplo de la vacuna Sputnik V sea el más representativo en el caso mexicano y latinoamericano; desató con estridencia la mofa y la crítica ideologizada en las redes sociodigitales y en los medios de comunicación para las masas, con descalificaciones a sus defensores y promotores, que sólo fueron acalladas por un referente al que las mismas críticas le atribuyeron autoridad, la revista inglesa The Lancet especializada en salud.


El reto es innegablemente médico, pero también de comunicación, en todo caso científico; por lo anterior, vale la pena recordar que a principios de la década de los ochentas del siglo pasado, el doctor en filosofía Wilbur Schram compiló una serie de ponencias, las cuales publicó bajo el título de La ciencia de la comunicación humana, donde participaron personalidades de las nacientes ciencias de la comunicación en Estados Unidos (EEUU).


En La divulgación de las nuevas ideas y prácticas, el capítulo elaborado por el Elihu Katz, el sociólogo hace una somera comparación entre los trabajos de investigación que la antropología y la sociología rural realizaban para conocer el proceso de divulgación de una nueva idea o de un nuevo hábito.


Katz, teniendo en el horizonte el cambio, revisa en su artículo el grado de aceptación en diferentes aspectos del cultivo de la tierra, la religión, el tiempo y el intercambio cultural entre otros aspectos, y dedica algunas líneas especialmente a la vacunación oral contra la parálisis infantil, que azotó a los EEUU durante la década de los sesenta del siglo XX.


Reconoce que en los EEUU actuaron con lentitud en comparación con la extinta Unión Soviética, cuando la guerra fría estaba bastante caliente; en su artículo, señala que durante este período la sociedad norteamericana veía que ésta era una innovación que necesitaba de un grupo de adoptantes; cualquier parecido con nuestro contexto es mera coincidencia, sin soslayar que México está en año electoral.


En su trabajo, este investigador señala que “los antropólogos han mostrado la tendencia de considerar a la comunidad o la tribu como la unidad de adopción; mientras que los sociólogos han mostrado dicha tendencia respecto del individuo”, aunque agrega que “todo hace suponer que los diversos tipos de innovaciones necesitan diferentes tipos de unidades de adopción”.


Así, se evidencia que además de la campaña informativa a través de los medios para las masas y los medios sociodigitales, con el pertinente papel de los liderazgos especializados, como The Lancet; la comunicación oral es un aspecto relevante en este proceso de vacunación, es decir que la información mediatizada debe impulsar el intercambio entre las personas y los diferentes espacios de convivencia.


Promover las nuevas vacunas y su aceptación contra la Covid-19,es una tarea vital que debe apoyarse en los diferentes soportes de comunicación, con la producción y difusión de insumos comunicativos que la población se apropie para promover la aplicación correspondiente en tiempo y forma; lo que se conoce entre comunicólogos contemporáneos como campaña de aire y de tierra; es decir mediática y comunitaria.

 

Eduardo Carrasco Gómez publica todos los jueves en este medio.

Eduardo A. Carrasco Gómez, teólogo y comunicólogo, profesor invitado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.


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