Claudia Pérez Flores*
En junio del año pasado, Carlos Serrano de la BBC entrevistó a Jane Elliott, la profesora que lleva más de 50 años enseñando sobre el daño que causa el racismo. Una frase que mencionó la especialista es que solo existe una raza sobre la faz de la Tierra la cual parecería evidente sin embargo, reflexionar sobre lo que somos, es necesario ante la xenofobia en el mundo. Los derechos del hombre proclamados en 1948 dejaron de ser un ideal común para los pueblos y las naciones para convertirse en una obligación de revisión, actualización y promoción para la diversidad. En este entramado, los medios de comunicación juegan un papel preponderante porque en las últimas décadas tanto los medios como las audiencias se han trasladado a lo digital y la pandemia por COVID-19 aceleró este proceso en el que aún falta garantizar los derechos humanos de todas las personas, en particular, de los grupos vulnerables como las personas migrantes que transitan por México.
La inmediatez con la que los medios de comunicación producen información minuto a minuto en un mundo global es útil no obstante, su rapidez limita la crítica, la reflexión, el debate público y refleja la pobreza entre sus interlocutores, lo cual impide que se propicie un ambiente de respeto y tolerancia para las personas migrantes por parte de la ciudadanía. Si bien la información es un derecho y las audiencias son capaces de adherirse o tomar distancia de los medios, son los medios los que influyen en la conformación de la opinión pública. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
Todos tenemos los mismos derechos sin discrimación alguna. Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en México (CNDH) señala que, los migrantes tienen derecho a la nacionalidad, a la libertad de tránsito, a la seguridad jurídica y al debido proceso, a la asistencia consular, a la no discriminación, a solicitar asilo, a solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado, a la protección de la unidad familiar, a la dignidad humana, a no ser criminalizado, a un alojamiento digno, a no ser incomunicados, a un intérprete o traductor y a no ser detenidos en las inmediaciones o dentro de albergues, lo cual es el escenario ideal pero no la realidad en la que existen múltiples violaciones a estos derechos.
La migración en México como un fenómeno de todos los tiempos ha cambiado, de 2018 a la fecha, la migración ha sido principalmente de Centroamérica. Estos grupos migrantes abandonan su país por la violencia que paradójicamente también enfrentan en México mediante diversas manifestaciones que van desde el rechazo, agresiones verbales, explotación laboral, extorsión, secuestro e indiferencia de las autoridades y de la ciudadanía. Por lo anterior, la responsabilidad social de los medios de comunicación y de la ciudadanía es promover la diversidad que de acuerdo con MacQuail (2000) cobró relevancia en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial y, México como lo señala Fernández (2002) la expresión de responsabilidad social fue adoptada por la industria televisiva como una herencia de la declaración de los derechos del hombre.
En nuestros días, a pesar del avance tecnológico en los medios y los cambios sociales que las audiencias han experimentado durante el siglo XX y XXI con la expansión de internet, las redes sociales y el boom del streaming los medios de comunicación principalmente la televisión en México, se quedó estancada en un formato y contenido que es obsoleto, lineal y acartonado, lo cual limita la reflexión, anula la promoción a la diversidad y los derechos de las audiencias y por el contrario, incita a la violencia, a la inmediatez, a lo superficial y al consumo lo cual no es exclusivo de esta época ni de la televisión sin embargo, analizarlo de manera transversal desde una mirada interna y externa de los medios y desde el consumo de las audiencias en las plataformas digitales, es transformar la comunicación humana para lo humano.
De acuerdo con Fuente (2016) “los usuarios seguimos siendo percibidos como consumidores y sujetos pacientes, no como sujetos activos, participantes y decisores en aquellas materias que nos incumben directamente en el ámbito audiovisual a pesar de que nuestros intereses no se agotan en la esfera del consumo” (p.123) Por su parte Vargas (2018) señala que “divertirse, escapar del aburrimiento, es la pasión universal, lo cual es legítimo” (p. 33) sin embargo, “convertir esa natural propensión a pasarlo bien en un valor supremo tiene consecuencias inesperadas como la banalización de la cultura, la generalización de la frivolidad y en el campo de la información, que prolifere el periodismo irresponsable” (p.34) lo que a su vez, genera estereotipos, modos de vida como ideales que generan xenofobia y en donde la idea de razas como lo señala la profesora Jane Elliot “ni siquiera es un mito, es una mentira” y un mal social que limita el respeto y transgrede los derechos humanos de las personas más vulnerables como los migrantes en tránsito por México.
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REFERENCIAS
migrantes: https://www.cndh.org.mx/derechos-humanos/derechos-de-las-personas-migrantes
Derechos humanos de personas migrantes, manual regional. (2009). Publications OIM. Obtenido de Organización Internacional para las Migraciones (OIM) el organismo de las Naciones Unidas para la Migración, Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH): https://publications.iom.int/es/system/files/pdf/derechos_humanos_de_personas_migrantes-manual_regional.pdf
Fernández Christlieb, F. (2002). La responsabilidad de los medios de comunicación. México: Paidós.
Fuente Cobo, C. (2016). El Derecho y el deber de actuar: la participación de la sociedad civil en la configuración del ecosistema audiovisual. México: Limusa.
McQuail, D. (2000). Introducción a la teoría de la comunicación de masas. México: Paidós.
Serrano, C. (6 de junio de 2020). Muerte de George Floyd | "No puedes abusar de un grupo de gente inteligente durante 300 años y esperar que aguanten indefinidamente": Jane Elliott, la profesora que enseña a combatir el racismo. BBC.
Vargas Llosa, M. (2016). La civilización del espectáculo. México: Debolsillo.
*Claudia Pérez Flores es licenciada en Comunicación y Periodismo, Maestra en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y estudiante del Doctorado en Investigación de la Comunicación en la Universidad Anáhuac México.
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