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Por Iveth Serna
La aparición de la Covid-19 trajo cambios significativos en el ámbito de la educación, los gobiernos todavía enfrentan el reto de diseñar e implementar estrategias para palear los impactos negativos de una epidemia de cuyos alcances aún no tenemos certeza.
En México la televisión abierta concesionada fue la gran apuesta gubernamental para dar educación a distancia a cerca de 30 millones de estudiantes de educación básica, por lo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) firmó un convenio con las cuatro mayores cadenas de televisión del país; Televisa, TV Azteca, Grupo Multimedios e Imagen Televisión.
La justificación para este convenio, que también contempló la apertura de nuevos canales digitales, fue que este medio de comunicación tiene cobertura casi nacional, de acuerdo con el Censo 2020 publicado por el INEGI, más del 93 por ciento de las familias mexicanas tienen al menos una televisión en su hogar.
Otra de las apuestas para hacer frente a la suspensión de las clases presenciales fueron las plataformas virtuales, sin embargo, esta solución se complejiza si consideramos que el acceso a internet en México es una posibilidad para poco más del cincuenta por ciento de hogares.
Si nos guiamos por los números pareciera que la estrategia del gobierno federal fue acertada, pero para asegurarlo tendremos que esperar a la publicación de las primeras mediciones. Sin embargo, si la motivación en la planeación de estas estrategias fuera la justicia social, tendríamos que cuestionar ¿qué pasa con el derecho a la garantía educativa de los niños que no tienen acceso a la tv, al internet y, en ocasiones, ni a la electricidad?
En estas circunstancias los gobiernos deberían regresar la vista a los medios de proximidad, que son aquellos que funcionan como una alternativa a los medios públicos y comerciales, que se caracterizan por la participación de las comunidades en las que se encuentran y su responsabilidad hacia ellas.
Un medio de proximidad con alto potencial es la radio comunitaria. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la radio sigue siendo el medio de mayor consumo a nivel mundial y ha tenido resultados éxitos en casos de emergencia de seguridad, como conflictos armados, y de sanidad, como el combate al ébola o el sika, sin embargo, en México su uso ha decrecido significativamente. Regresando a los datos del INEGI, solo el 52 por ciento de los hogares en México cuenta con un aparato de radio.
La UNESCO señala que durante la pandemia la radio permitió la continuidad de la educación, el combate a la infodemia, la disminución de la limitación idiomática y los gestos barrera, además, técnicamente es un medio de bajo costo y con la capacidad de llegar a comunidades remotas e inaccesibles, dónde generalmente se concentra la población más vulnerable y con menos acceso a la justicia social, además, en el caso de la radio comunitaria y la radio indígena, funciona como espacios identitarios y promotores de la diversidad y participación igualitaria, dónde el debate público se centra en las verdaderas necesidades de la comunidad.
La UNESCO, que a su vez recoge datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), tiene registro de que en México existen mil quinientas estaciones de radio comercial, ciento cuarenta radios comunitarias con concesión y dieciocho radios indígenas.
Por su parte, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), cuenta con sesenta y dos radios comunitarias indígenas registradas en nuestro país, casi un tercio de ellas ubicadas en la zona purépecha de Michoacán, seguido por el Estado de México y Oaxaca, incluso, la Ciudad de México cuenta con una estación.
En tanto que el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), asegura que siete de cada diez mexicanos escuchan la radio, 43 por ciento identifica que la radio pública es un medio en el que se ejerce la libertad de expresión y el 41 por ciento piensa que la radio pública puede brindar educación, sin embargo, estos datos se basan en un estudio realizado por el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) y no han sido actualizados desde el 2013.
Si bien los números no son coincidentes, podemos hacer algunas observaciones importantes, como que existe una brecha amplia en el impulso que se le da a la radio comercial y el apoyo a la radio comunitaria o indígena, pese a ello, México cuenta con una infraestructura de radio comunitaria que bien gestionada podría resultar valiosa para el bienestar social.
Un ejemplo de la gestión de la radio comunitaria con enfoque de bienestar son los esfuerzos que el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos Mayores (INEA), realizó en el estado de Michoacán para hacer frente a la contingencia por la COVID-19, en mayo de 2020 inició la impartición de clases a mil 790 adultos hablantes de purépecha de 11 municipios a través de la estación de radio comunitaria indígena XEPUR, que transmite desde el municipio de Cherán, además, la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció la elaboración de 300 guías con una duración de 30 minutos cada una, dirigidos a niños en edad preescolar y a padres de familia que son orientados en torno a la calidad alimenticia.
Los guiones radiofónicos fueron elaborados por dos trabajadores del INEA especializados en el modelo indígena bilingüe, que además de considerar el modelo educativo, también puso especial atención al sistema de usos y costumbres de la Nación Purépecha. A nivel nacional se elaboraron otras 20 guías para la conducción de programas en lengua náhuatl, hñahñú y maya, sin embargo, este programa solo estuvo vigente durante cinco semanas.
La radio se encuentra en una posición única y con alto potencial para la generación de comunidad, la construcción de capital social y el logro del bienestar, sin embargo, está subutilizada por el Estado, quien tiene frente al él la oportunidad de fortalecer los sistemas de comunicación alternativos y de proximidad y con ello dar cumplimiento a la solicitud de la UNESCO, “permitir que las comunidades se apropien de su propio desarrollo y, por lo tanto, sean capaces de expresar opiniones o discutir diversos temas, así como de promover la cultura, la historia y el idioma de su comunidad”.
El lema del año 2021 para conmemorar el Día Mundial de la Radio es “Nuevo mundo, nueva radio”, quizá en México convendría plantear el reto de un nuevo país con más y mejor radio, con más y mejor bienestar, aún estamos a tiempo.
Iveth Serna publica todos los sábados en este medio.
Periodista, maestranda en comunicación organizacional y diplomada en Marketing Digital.
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