top of page
Foto del escritorComunicación para el bienestar

POR EL BIEN DE TODOS: COMUNICACIÓN Y ADHERENCIA PARA LA SALUD

Somos un centro de investigación y análisis de comunicación para la reflexión, discusión y generación de propuestas para el bienestar mediante la creación de conocimiento práctico que abone al diseño de mejores políticas públicas.


Por Eduardo Carrasco Gómez


“Buscar el refuerzo de actitudes y valores propios puede derivar de una necesidad de estar seguro de que se tiene razón” (Eliu Katz)

La salud es mucho más que la ausencia de alguna enfermedad, tiene que ver con el despliegue pleno de cada persona y es la base indispensable para la realización del resto de las actividades humanas; en este sentido, la comunicación entre el personal de la salud y alguna persona que requiere sus servicios, desempeña un papel fundamental.

A pesar de la importancia estratégica y prospectiva de la comunicación para la salud y el bienestar, existe demasiado ruido en perjuicio de la salud; es reprobable que algunos actores que se dicen interesados en el bienestar de la población, utilicen una pandemia inédita para impulsar intereses personales o de grupo, es una conducta criminal.

Por otro lado, en la década de los setenta del siglo pasado, algunas personas del área de la salud se interesaron en investigar qué retos enfrenta la medicina para lograr que los pacientes cumplan en tiempo y forma con el tratamiento prescrito.

A su vez la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó “Adherencia en los tratamientos a largo plazo” (2004), un informe coordinado por Eduardo Sabaté, que reúne el trabajo de dos años, con investigación y análisis de catorce equipos de todo el mundo.

El informe de la OMS define la adherencia como el grado en que el comportamiento de una persona se corresponde con las recomendaciones acordadas con personal de asistencia sanitaria, lo que incluye tomar el medicamento, seguir un régimen alimentario y ejecutar cambios en el estilo de vida.

El informe reconoce que la falta de adherencia terapéutica es un problema mundial de magnitud alarmante, que crece a medida que se incrementa la carga de la enfermedad, con bajos resultados de salud y mayores costos sanitarios.

La OMS destaca factores e intervenciones relacionados con aspectos sociales y económicos; el sistema de salud y el equipo de atención de salud; el tratamiento; la afección, y desde luego cada paciente; la falta de adherencia oscila entre el 30 y el 70%, dependiendo del tratamiento, con un promedio del 50%.

Agrega que aumentar la efectividad en la adherencia puede tener una repercusión mucho mayor en la salud de la población que cualquier mejora de los tratamientos médicos específicos; además de aumentar la seguridad de las personas y contribuir a la efectividad del sistema de salud, y destaca que “los sistemas de salud deben evolucionar para afrontar nuevos retos”.

Por otro lado, los datos intercensales del 2015 presentados por el instituto nacional de estadística y geografía (Inegi), señalan que en México la población mayor a los 15 años de edad a penas cuenta con 9.1 años de escolaridad, aunque hay regiones donde este sector alcanza los 11, y en otras a penas los 7 años de escolaridad.

El informe del Inegi agrega que 17.9% de la población cuenta con educación superior concluida y hay un 3% de analfabetismo sólo en el estado de México.

El reto de la adherencia a las indicaciones médicas tiene un importante desafío de comunicación.

Con la pandemia, el paciente colectivo enfrenta los retos señalados para la adherencia en el informe de la OMS y en el caso de México la escolaridad es una variable que exige un esfuerzo estratégico extra de comunicación, que facilite la comprensión de los mensajes para la adherencia a las recomendaciones, especialmente ante el ruido mediático, generado por las buenas intenciones mal informadas, pero también por los intereses egoístas.

Por ejemplo, el amarillismo mediático ante el multicitado y creciente número de los muy lamentables decesos, que carece del balance informativo de los medios que prestan escasa o nula atención al grupo de personas recuperadas de la Covid-19 en México, que está muy cerca del 90%.

Por lo anterior, resulta pertinente analizar formas complementarias que fortalezcan los objetivos de comunicación, para que el gran paciente colectivo tome las medidas, siga las recomendaciones y cambie sus hábitos, para el bienestar propio y el bienestar de todos, especialmente ante la irrupción de la nueva normalidad que ya está aquí.

 

Eduardo Carrasco Gómez publica todos los jueves en este medio.


Eduardo Carrasco Gómez es teólogo y licenciado en comunicación, profesor invitado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.


Foto de Anna Shvets en Pexels

96 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page