Somos un centro de investigación y análisis de comunicación para la reflexión, discusión y generación de propuestas para el bienestar mediante la creación de conocimiento práctico que abone al diseño de mejores políticas públicas.
Amarás a tu prójimo como a ti mismo
(Jesucristo)
Por Eduardo Carrasco
Ante diferentes iniciativas de reformas legislativas en México, otras tantas expresiones religiosas han manifestado su oposición por considerar que atenta contra la moral y especialmente contra la libertad de expresión y contra la libertad religiosa.
Algunas de estas voces han descalificado al consejo nacional para prevenir la discriminación (Conapred) señalando que si bien en su momento han exhortado a diferentes actores religiosos por discursos discriminatorios, no atienden las voces de las religiones establecidas en México cuando se consideran víctimas de discriminación.
Evidentemente desconocen que hay una mesa de religiones por la inclusión y la no discriminación, misma que sesiona regularmente a pesar de la pandemia y de la puesta en duda de su pertinencia, que si bien ha superado el momento critico, sigue sin titular, sin embargo sigue trabajando por la no discriminación.
La inminente despenalización de la marihuana, incluso con fines recreativos; la despenalización del aborto y la no discriminación por orientación sexual, son tres de las iniciativas que se discuten en el legislativo mexicano y que han provocado la descalificación de sectores religiosos, asumiéndose incluso como víctimas de las iniciativas.
Por otro lado, diferentes voces académicas de peso, como el Dr. Juan Ramón de la Fuente, actualmente representante de México ante la ONU, ex rector de la UNAM y ex secretario de salud, han dado argumentos técnicos para que las adicciones sean atendidas como un problema de salud pública y no como un problema penal.
La misma opinión ha sido recomendada para el aborto; es decir, que se trate como un problema de salud pública y no como un problema penal, con educación sexual científica y acceso a los anticonceptivos para evitar embarazos no deseados.
Sin embargo, el énfasis recae en la reforma que propone evitar que las personas ministras de culto ejerzan la discriminación, especialmente en perjuicio de las personas de la diversidad sexual.
Acaso la oposición a las reformas referidas reconoce tácitamente la derrota cultural de las cosmovisiones opositoras y especialmente la incapacidad de convencer con argumentos porqué su cosmovisión debería ser éticamente aceptada, más que impuesta por la vía legal.
La ley para prevenir y eliminar la discriminación señala que se entiende por discriminación toda distinción, exclusión o restricción que tenga por efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas; en este sentido parece que la libertad religiosa se plantea como un derecho a discriminar.
Se argumenta el riesgo de limitar la libertad de expresión, debido a la posibilidad de prohibir la discriminación contra la población de la diversidad sexual argumentando el fundamentalismo bíblico.
En este sentido, vale la pena recordar a Gene Robinson, un clérigo de la Iglesia Episcopal de los Estados Unidos, que forma parte de la Comunión Anglicana, quien reconoció públicamente su homosexualidad, siendo electo y consagrado posteriormente como obispo, lo que le mereció críticas y descalificaciones con argumentos bíblicos, a lo que respondió entre otras cosas, que la esclavitud fue socialmente apreciada durante muchos años, también con argumentos bíblicos.
Recordemos también que a penas en 1973 la Asociación Psiquiátrica Americana y en 1990 la Organización Mundial de la Salud removieron la homosexualidad de la lista de enfermedades, lo que deja ver que seguramente los opositores a esta reforma legal han vivido bajo el entendimiento opuesto.
En 2021, un año que suma la mayor cantidad de cargos de elección –y que confunde lo grande con lo grandote— seguramente verá derrotada la mayor parte de estas iniciativas y no por su pertinencia, sino por un cálculo electoral, como sucedió en su momento con la reforma a favor de la constitucionalidad del matrimonio igualitario.
Tal parece que los derechos humanos, la no discriminación, la libertad de expresión y la libertad religiosa enfrentan un round de sombra, más que una reflexión seria y profunda.
Eduardo Carrasco Gómez publica todos los jueves en este medio. Eduardo A. Carrasco Gómez, teólogo y comunicólogo, profesor invitado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
Comments