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Foto del escritorClaudia Pérez Flores

LA AUDIENCIA PROSUMER

Actualizado: 20 ago 2021

Una práctica que algunos ciudadanos han realizado, es la de tomar una foto con el dispositivo móvil para denunciar ya sea una fuga de agua, un accidente, el mal servicio o atención de algún lugar o hasta reportar a los Lords, Ladies o Gentleman´s.

Al hacerlo, éstos ciudadanos actúan como prosumers, es decir, producen, generan y distribuyen contenidos, lo cual evidencia que las audiencias se han transformado con el tiempo y la pandemia por COVID-19 aceleró este proceso que trasladó a las audiencias a las multipantallas.

Si bien la brecha digital sigue limitando la conectividad y el acceso a la información, es una realidad que cada vez más existe una mayor interconectividad. Sin embargo, esta conectividad no garantiza la alfabetización digital, tomando en consideración que hemos aprendido a utilizar la tecnología de manera intuitiva, por lo que la alfabetización digital sigue siendo un reto para los gobiernos y para las audiencias-prosumers.

Por lo anterior, el estudio de las audiencias desde lo digital no consiste sólo en analizar contenidos sino además entender las necesidades de los grupos a los que va dirigido el mensaje, porque la población es cada vez más heterogénea, compleja y transversal. Es por eso que, pensar en las audiencias no solo implica analizarlas desde los medios o el Estado sino a partir de lo digital y desde una ciudadanía que interactúa en las redes sociodigitales, que es prosumer y que ha encontrado en estos entornos una alternativa que si bien no suplanta a los medios tradicionales como la televisión, han crecido de manera exponencial.


Al respecto, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019 publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en México hay 80.6 millones de usuarios de Internet que representan el 70% de la población de seis años o más. Esta cifra revela un aumento de 4.3 puntos porcentuales respecto de la registrada en 2018 (65.8%) y de 12.7 puntos porcentuales respecto a 2015 (57.4%). No obstante, el 92% de los hogares cuenta al menos con un televisor que con respecto a 2018 presenta una reducción de casi medio punto porcentual. Lo que sobresale al hablar de las audiencias es que el 96.0% de los hogares del país recibe la señal de televisión digital a partir de televisor digital, señal de televisión de paga o decodificador, lo que significa que la televisión tiene un mayor alcance que las redes sociodigitales.


Es por eso que, los contenidos deben ofrecer un balance entre el contenido comercial y social. El medio de comunicación, ya sea oficial o comercial, que no transite hacia esa dirección, está condenado al fracaso, distanciamiento y olvido de la ciudadanía porque lo que las audiencias necesitan en estos días es resolver de manera rápida problemas de salud, alimento y bienestar como parte de los efectos que conlleva la larga pandemia que vivimos.

Desde una perspectiva normativa, Del Prado (2016) señala que, en la Reforma en Telecomunicaciones del 2013, “el Estado Mexicano reconoce por primera vez en su historia legal, la necesidad de proteger a las audiencias frente a la poderosa influencia que tienen las empresas mediáticas sobre la conciencia de las personas” (p. 21). Esta reforma es relevante ante la vorágine tecnológica, el aumento de la conectividad a nivel mundial y la discusión actual sobre regular la internet.

No obstante, si las reformas y los contenidos no están encaminados al bienestar social, a incorporar un lenguaje inclusivo y social de la realidad que enfrentamos, es posible que todo se quede en intenciones por construir una sociedad más justa pero que no genere la acción social.


La manera en la que se está moviendo el mundo exige una acción social inmediata en donde todos los actores: medios, Estado, la iniciativa privada y las audiencias se involucren y que mejor manera de interactuar como un prosumidor, que desde la interacción genere bienestar social.


REFERENCIAS


Del Prado Flores, R. (2016). Ética y los Derechos de las Audiencias. México: Limusa.


Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (10 de 8 de 2021). INEGI. Obtenido de INEGI: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2020/OtrTemEcon/ENDUTIH_2019.




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